Echar las cartas en Granada ¿Qué tenemos que tener en cuenta?
La lectura del tarot en Granada exige la máxima concentración para evitar que la interpretación de las cartas dé lugar a respuestas inexactas o erróneas. La vidente utiliza en cada sesión tanto su intuición como las sensaciones que percibe, y las cartas lo que hacen es esclarecer la información que le llega.
La mayoría de las clarividentes naturales lo que único que necesitan es conocer el nombre, signo y fecha de nacimiento del consultante para poder trabajar. Sea como sea, antes de llevar a cabo la lectura de cartas, hay que tener en cuenta algunas cuestiones importantes.
La tarotista profesional debe tocarlas, barajarlas y mirarlas para comentar con su ritual, pero para hacerlo correctamente es imprescindible crear un vínculo espiritual con el cliente. Además, leer las cartas es un procedimiento delicado, que requiere calma y precaución, por esa razón se debe realizar en un entorno dotado de mucho silencio y tranquilidad. El consultante, por su parte, deberá hacer lo mismo y buscar un ambiente íntimo donde se encuentre a gusto.
El tarot es un método de adivinación muy efectivo que sirve para conocer el presente, pasado y futuro del cliente. Sus orígenes datan al menos del siglo XIV y está dotado de 56 Arcanos menores y 22 Arcanos mayores. Para hacer una lectura completa y eficaz es preciso conocer muy bien las cartas, relacionando su significado con las visiones percibidas.
Cada carta simboliza algo concreto, ya sea un momento o una actitud ante la vida. Su significado puede ser positivo o negativo, pero de ellas saldrá únicamente la verdad. Asimismo, su simbología no solo dependerá del dibujo plasmado en cada una de ellas sino de su posición en la mesa.
Las cartas no se equivocan, tan solo es el intérprete el que puede errar. Por esa razón es importante dar con la persona indicada, una vidente natural que sepa interiorizar cada una de ellas e interpretarlas para resolver cualquier duda.
Qué significa ser una vidente natural
La videncia natural es una habilidad que no poseen muchas personas. Las privilegiadas que tienen la facultad de ver más allá de lo mundano recibieron su don al nacer. Esa facultad les permite recibir información muy específica sobre acontecimientos que tuvieron lugar en el pasado o futuro del consultante. Normalmente, las persona clarividentes ven la información mediante imágenes, aunque también pueden transmitirse mediante sensaciones que aprenden a interpretar con el tiempo.
Por desgracia, muchas personas desconfían de su capacidad, más aún cuando el avance de la sociedad ha convertido la videncia en un negocio lleno de falsedad, con el único propósito de sacar la mayor rentabilidad. De ese modo, miles de supuestos videntes se anuncian en internet, siendo muy difícil para muchas personas distinguir el fraude de una buena vidente.
La videncia natural se ha adaptado a los tiempos que corren y es posible hacer una consulta telefónica con la misma efectividad que la presencial. Por esa razón, hoy es posible llegar a muchas más personas, independientemente de su lugar de residencia. La idea es ayudar a las personas y ofrecer un servicio de fiabilidad y seriedad excepcional. Ahora bien, ¿cómo podemos distinguir al vidente natural del que no lo es?
Un buen vidente recibe unos honorarios por su trabajo, algo que expone claramente desde el principio de la consulta. Los falsos clarividentes intentan ganar la mayor cantidad de dinero posible y eso se nota. Y es que mientras el profesional real va directo al grano, los embaucadores alargan la consulta tanto como pueden.
Las mejores videntes de Granada no se lucran con sus dones. Su cometido principal es ayudar y eso se distingue claramente en el trato cercano y en su elevado grado de implicación. Sin embargo, los videntes fraudulentos lo único que les preocupa es sacar la mayor información posible para hacer dinero fácil y rápido.
Diferencias entre una vidente y tarotista
Puedes pensar que vidente y tarotista son lo mismo, pero en realidad poseen diferencias notables. Lo primero que debes tener en cuenta es que el tarotista es una persona instruida en el arte del tarot. Su estudio le ha llevado a poder interpretar y leer las cartas, sacando el máximo partido de su significado.
El tarotista no es adivino sino que las respuestas le llegan al conocer todo cuanto le muestran las cartas. La vidente, por el contrario, canaliza energías y percibe imágenes, transformando todo lo que le llega en información que el consultante pueda entender. Ahora bien, en muchos casos, las videntes emplean las cartas del tarot como herramienta imprescindible para obtener esclarecer sus visiones.
Sea como sea, una de las diferencias más destacadas entre un tarotista y un vidente guarda relación con su facultad para saber en qué tiempo tendrán lugar ciertos acontecimientos. Esa es la razón por la que algunas videntes emplean la lectura de cartas con ánimo de conocer fechas y lugares exactos en los cuales se desarrollarán sus vaticinios.
Ir a un tarotista o a una vidente dependerá de lo que busque cada persona. De todas formas, como ya te hemos comentado, muchas videntes realizan tiradas de cartas para completar la información de sus visiones. De ese modo, podrás sacarle todo el jugo a la información para cambiar las cosas de tu vida que no te gustan, algo que dependerá exclusivamente de ti.