Ahora bien, al tratarse de la silla, esta contiene en su parte más alta a dos infantes arriba de la corona de esta mujer, por lo que esta imagen alude fundamentalmente a la protección y a la defensa materna, a la formación y educación de los niños e indudablemente a la procreación y a la maternidad, por lo tanto, se encuentra ligada a la sensibilidad, acoplándola perfectamente con otros sentimientos similares que la distinguen.
Por si fuera poco, se puede sospechar que la copa que aparece en la carta, se encuentra cerrada y sellada, así como también la insondable agua del mar cerca de la silla, que se manifiesta como la gran apariencia que tienen los secretos guardados y ocultos profundamente en sus entrañas.
Además, detrás de ella se distancia una montaña, incorporando así a la revelada imagen una inseparable señal en la que sobresale lo sublime como forma incondicional de ser la guía del hogar, llevando a su familia por lo bueno y lo justo sin esperar nada a cambio, con una noción de nobleza que es infinita y eterna.
Figura y Representación de La reina de copas
En su significado, la carta también es una representación de la buena esposa, la buena madre, la buena amiga, a decir verdad, de la mujer amorosa y noble, que se caracteriza por su particular cariño a la familia, con una delicadeza que personifica la aristocracia.
En otras palabras, es una mujer que busca ante todo, ser fiel a los suyos, lo que la convierte en una franca figura de ayuda ante las posibles adversidades de sus afectos más próximos.
- Trabajo: la carta de la Reina destaca porque a través de esta se comprende de una forma excelente el trabajo en equipo, debido a su parte incuestionable de sensibilidad y comprensión, sin embargo, el sentido de tutela y custodia puede ser agotador para ciertas personas, quienes no quieren ser dominadas totalmente. Por consiguiente, es allí donde se puede tropezar con el conflicto, y dejar en un segundo plano el valor de la libertad que sirve para estimular la creatividad en los trabajadores.
- Dinero: indica el develamiento de los valores positivos en la mujer que toma decisiones por medio de una autoridad sana y pacífica. Por lo cual, una mujer que tenga los ingredientes del amor como el reposo, la lealtad y la comprensión, puede ofrecer alianzas prósperas para atraer la fortuna y la riqueza que se necesita para cubrir los deseos materiales.
- Amor: la carta de la Reina de Copas representa a su vez un sinónimo del amor. Es decir, plantea al amor como un asunto que desde lo más hondo del corazón, hasta lo más perdurable de la esencia espiritual, es inevitablemente honesto en su trascendencia. No obstante, la carta invertida puede avizorar disconformidades y críticas en la condición amorosa tanto en la pareja como en la familia.
- Salud: la carta está hermanada a las enfermedades de origen mental, sugiriendo la presencia de ansiedad y estrés postraumático, los cuales provocan una cualidad que permite el florecimiento del sentimiento de compasión que alguien debe tener para sí mismo, así como para los otros. Por lo tanto, hay que considerar que para comprender el significado de esta carta también es importante observar la importancia que tiene el tesoro interior, es decir, el alma de los seres humanos, porque es un aspecto elemental y primordial en la sanación de enfermedades.
Sin embargo, no se debe dejar a un lado el carácter intuitivo que sobresale en los rasgos de esta carta, pues bien, esta predica lo que más le conviene al individuo, sirviendo como una maravillosa oportunidad para notar la presencia de los presentimientos certeros.
Por el contrario, cuando las personas perciben la carta invertida, suelen nadar por mares de ensueños, lo que puede ser perjudicial para algunas realidades cotidianas.
Fijada en un trono vestida con un ropaje largo blanquiazul, aprisionando una copa a la orilla de las tranquilas aguas, bajo un cielo totalmente azul y sin nubes, se halla la figura de la Reina, encontrándose aparte los tres niños que la acompañan en la silla y la montaña verde marrón que está ubicada detrás de su estancia, pudiendo ser representada como la majestad de los pequeños.
Al fin y al cabo, la carta constituye la figura de la mujer, que por ende, simboliza una ternura y sutileza que son de una gigantesca anchura y amplitud en el universo afectivo.
En otras palabras, tanto para la fundación de una familia como para el hombre en sí, es imprescindible que exista la mujer como comisionada del amor, la mujer generadora de vida, la mujer delegada de la estirpe.
No obstante, su figura auténtica y ejemplar puede verse obstruida por la estampa y silueta de la carta invertida, es decir, la mujer que ampara y protege, que es leal y recta, puede desaparecer en cuestiones de segundos. En definitiva, se pueden vislumbrar fachadas muy negativas como la infidelidad, la deshonestidad y la inmoralidad.
La carta representa la autoridad y la atribución del elemento agua, por lo tanto, es la carta que rige los sentimientos, la sensibilidad y la intuición.
Por otra parte, en esta carta el agua constituye el signo de lo femenino en diversos contextos y escenarios, evidenciando lo femenino que arrastra al mundo a un panorama astral de belleza y de beldad, o de fealdad y malos presagios.
En resumidas cuentas, la carta de la Reina de Copas revela y devela la influencia de la mujer en el plano de la existencia. Más claramente, es la búsqueda del apoyo y del respaldo a través del consuelo que habita en su regazo.
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